ACTYMA INTERPONE SU PRIMERA DENÚNCIA DE LA TEMPORADA CONTRA ELS CORREBOUS
Hemos interpuesto una denuncia, al Servei Territorial del Joc i d’Espectacles a les Terres de l’Ebre, contra los técnicos o quienes tenga competencia, y contra los organizadores y controladores del espectáculo y comisión de toros, en la celebración de correbous en el claustro de la ERMITA de Nuestra Señora de la ALDEA, el 6 de junio de 2022, por presunta vulneración de la LEY 34/2010, de l’1 d’octubre, de regulación de las fiestas tradicionales con toros, del REGLAMENTO TAURINO NACIONAL, aprobado por el REAL DECRETO 145/1996, de 2 de febrero por el que se modifica y da nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos, y de la Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos, y del REGLAMENTO DE ESPECTÁCULOS PÚBLICOS Y ACTIVIDADES RECREATIVAS. La celebración taurina se llevó a cabo en el claustro de la Ermita, siendo éste un espacio que no reúne las condiciones estructurales para realizar este espectáculo. Los elementos utilizados como cadafals son unos tableros de madera que pretenden ser barreras de protección, dejando unos espacios abiertos entre barreras y columnas de la construcción del claustro, y también se da el caso de no existir ninguna protección entre las columnas de acceso directo a las galerías, permitiendo al toro que se introduzca sin ninguna dificultad dentro de donde se encuentran los espectadores con menores. El animal de este correbou entró en las gradas provocado por los aficionados y cuando éstos vieron la gravedad del hecho quisieron detenerle tirando fuertemente de la cola sin poder evitarlo. Los espectadores huían aterrorizados mientras el animal no podía salir de las gradas encontrándose atrapado hasta que los participantes forzaron su salida a empujones y golpes entre los tableros de madera. Además, en las galerías de pasillo y con fácil acceso del animal, los participantes se protegen del peligro colgándose desde la barandilla de las barreras hasta el larguero que soporta los balcones del piso superior del claustro, suspendidos oscilando como péndulos, y dando puntas de pie al buey. Presuntamente no se dispone de una memoria de seguridad según el aforo superior a las 150 personas, y encontrándose a la gente embutida en los balcones que dan al claustro. ACTYMA solicita que se incoe expediente sancionador contra quienes sean responsables del hecho denunciado.
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